La tierruca
Virgilio
Dávila
Es
el móvil océano gran espejo
donde
luce como adorno sin igual
el
terruño borincano que es reflejo
del
perdido paraíso terrenal.
Son
de fáciles pendientes sus colinas
y
en sus valles de riquísimo verdor
van
cantando bellas fuentes cristalinas
como
nautas que bendicen al Creador.
Primavera
sus mejores atributos
muestra
siempre generosa en Borinquen.
En
los campos siempre hay flores’
siempre hay frutos
es
Borinquen la mansión de todo bien.
Aquí
nace el puro ambiente que respiro
y
se asienta la morada en que nací
y
ese sol resplandeciente que yo admiro
aquí
nace, aquí vive y muere aquí.
De
mis padres fue la cuna y ella encierra
las
más hondas emociones de mi ser.
Yo
no cambio por ninguna esta tierra
donde
tuve el privilegio de nacer.
Explica lo que significan
los siguientes versos del poema La
tierruca
§ “Son de fáciles pendientes sus colinas… “
§ “…y en sus valles de riquísimo verdor
van cantando bellas fuentes cristalinas…”
§ “…se asienta la morada en que nací.”
§ “ y ese sol resplandeciente que yo admiro
aquí nace, aquí vive y muere aquí. “
DON VIRGILIO
nació en Toa Baja, el 28 de enero de 1869. Falleció en Bayamón el 22 de agosto
de 1943, ciudad donde ejerció como alcalde y también dirigió el semanario
Chantecler, que fundó junto a don Braulio Dueño Colón en el 1909.
Con Dueño Colón
y Manuel Fernández Juncos prepararon el libro Canciones escolares. Su hijo José
Antonio Dávila siguió sus pasos como poeta.
Su trato como
maestro con las nuevas generaciones en Gurabo (junto a su padre) y en Bayamón,
y su enlace como agricultor con la madre tierra, despertaron en su interior un
inmenso amor a la patria puertorriqueña.
La producción
poética de Dávila fue abundante y dispersa en periódicos y otras publicaciones.
De lo publicado, sobresalen Patria (1903), Viviendo y amando (1912), Aromas del
terruño (1916), (del que incluimos al final de esta página Nostalgia y No des tu
tierra al extraño).
También
sobresalen sus obras Pueblito de antes (1917), con notas realistas que la
convierten en una de atractivo actual, y Un libro para mis nietos que escribió
en el 1928.
Don Virgilio se
nutrió del romanticismo de Victor Hugo y el premodernismo del mexicano Salvador
Díaz Mirón.
Tomó de las
corrientes del modernismo sin comprometerse a ella, manteniendo su estilo
lírico personal sencillo y diáfano, cuya temática en defensa de nuestra nación,
la mantiene hoy día tan relevante y lozana.
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